La XVI Travesía a Nado no es simplemente una competición; es una manifestación de nuestra voluntad de superación y resistencia. A lo largo de los años, esta travesía se ha arraigado en nuestra tradición como un desafío que trasciende lo físico, convirtiéndose en una metáfora de la determinación y el espíritu comunitario que nos define. Hemos sido ganaderos de un evento que nos empuja a superar nuestros límites y a abrazar la herencia de valentía que nos caracteriza.